Rangoli « Estética
y Prostética del Cuerpo Femenino »
« Lo que hace que un ser sea el mismo, diferente de todos los demás,
no es su materia ni su forma sino la operación a través de la cual su materia
ha adquirido forma en un cierto sistema de resonancia interna » (Gilbert Simondon, L´individu et sa genèse physico-biologique,
1964)
Rangoli « Estética
y prostética del cuerpo femenino » es una instalación múltiple que gira en
torno a los espacios intersticiales del cuerpo femenino, y que se centra en las
sustancias, las materias y los objetos que colaboran en la construcción del
género femenino y de la femineidad.
La instalación
central es una (re)interpretación del Rangoli
o Kolam, un elemento artístico de la
cultura hindú cuya materia base es la pasta de arroz y los polvos de colores.
Los Rangoli o Kolam están simbólicamente asociados a la prosperidad y al buen
augurio, y a la protección del hogar y de las personas, y sus patrones,
extraordinariamente diversos, se transmiten intergeneracionalmente por vía
femenina, de madres a hijas. En la (re)interpretación del Rangoli hecha por
Marisol Cavia, prima una heterogeneidad heterotópica: agua, henna,
barro cocido, cristal, flores… para expresar la protección de la vagina que se
contiene en el nombre de EVA.
« On ne naît pas
femme, on le devienne » (no se nace mujer, se llega a serlo): esto escribía
Simone de Beauvoir en Le deuxième sexe
(1949). Elaboraciones posteriores del Feminismo, como las de Eve K. Sedgwick y
Judith Butler, le han permitido proponer a Elizabeth Grosz y a Beatriz Preciado
una visión del género como una « incorporación prostética » (prosthetic incorporation). Los cuerpos
vivos, orgánicos, humanos, se transforman a través de la incorporación de
elementos materiales que constituyen marcadores de género. Estos elementos
marcadores de género poseen una estética y una prostética.
En cierto modo,
las mujeres son y viven su femineidad a través de su estética y de su
prostética, de aquellos elementos materiales, técnicos y tecnológicos que,
marcados por un sistema sexo/género determinado, constituyen extensiones,
complementos y suplementos del cuerpo, dispositivos de la femineidad y de lo
que hace devenir mujer.
Las instalaciones
de Rangoli permiten al
espectador/interlocutor reflexionar sobre las relaciones entre la mujer y su
corporalidad y materialidad. Lo carnal, lo sensual, lo sexual y lo íntimo
aparecen de forma implícita, y por tanto las instalaciones exploran la
celebración de la vida. No se propone un mero análisis artístico o estético de
la imaginería corporal femenina, ni una contemplación pasiva de la exhibición
del cuerpo de las mujeres, sino una exploración heurística de los modos de
existencia de los cuerpos femeninos, de las sustancias, materias y formas
asociados a estos modos de existencia, y de la vida que se genera en ellos.
Una atención
especial la reciben las materias que remiten a prácticas corporales y a
rituales femeninos. En las instalaciones encontramos materias líquidas, como el
agua y la leche; objetos sólidos ligados al cuerpo de la mujer; elementos que
forman parte de los rituales femeninos en diversas culturas, como la henna… Una suerte de arte de la carne,
pero también de arte de la materia manipulada por los seres humanos para hacer
ser a las mujeres.
La obra incluye
también una performance: el público,
provisto de un antifaz, escuchará distintos poemas que forman parte de la obra
y que le serán susurrados al oído por sus autoras, mujeres escritoras de Cantabria.
La voz femenina deviene así un elemento de singular relevancia en la obra.
Estará doblemente presente en las instalaciones y en las performances. Por un
lado, a través del registro sonoro de los poemas, que se escucharán en una
instalación uterina en las voces femeninas de las mujeres que los escribieron,
y por otro lado a través del susurro. Las autoras de los poemas son: Nieves
Álvarez, Daniela Bartolomé, Paloma Bienert, Elena
Camacho, Marisa Campo, Dori Campos, Inés Fonseca, Isabel García de Juan, Araceli
González Vázquez, Rosario de Gorostegui, Marina Gurruchaga, Maribel Fernández
Garrido, Raquel Serdio y Mar i bel Valdivia Palma.
¿Cómo escribir
acerca del cuerpo de las mujeres? Entre la emergencia de la palabra y el punto
de fuga efímero de la voz, Araceli González Vázquez participará con versos
hechos de silencios, de huellas de lo no-dicho, de paisajes de las ficciones de
género. Los versos ligados a las instalaciones exploran las líneas corporales y
materiales que dan lugar a las mujeres, con una singular evocación de la
experiencia de sí. A través de las palabras de los versos asistimos a la
verbalización de los silencios y a la visibilización de lo que ocultan las
vivencias ligadas al cuerpo femenino. Los versos se depositan simbólicamente en
el ámbito de lo íntimo, al haber sido escritos en una prenda que funciona como
marcador de género: la braga.
Araceli González Vázquez
Referencias
Grosz, Elizabeth
(2005) Time Travels : Feminism,
Nature, Power, Durham, NC : Duke University Press.
Preciado, Beatriz
(2011) Manifiesto contrasexual, Barcelona:
Editorial Anagrama.
Simondon, Gilbert (1964) L´individu
et sa genèse physico-biologique, París: PUF.
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