Helena y Santiago Sobrino


Música, pintura, fotografía.

La música es la respiración de las cosas, la que marca su tiempo. Si me faltara la vista, apreciaría sin duda el espacio por el juego infinito de los sonidos, que llena el aire sin señalar un centro. ¡Nada hay semejante a esto, no desde luego la imagen esférica que proyectan mis ojos!

La música es la voluntad. Sin ella los actos quedarían huérfanos, aislados, sin hilazón. La intención se perdería, y con ella la alegría o la culpa. Por el ardor que contagia, el ritmo interior se acompasa; se hace compañía palpitante.

Las visiones que destila el tiempo son nada sin ella; si no hay música, se evapora el recuerdo. Porque lo evoca, lo mantiene y le da forma, tamaño, cohesión, color. Textura, afección.

Si la música no existiera, no habría pintura. Ella es pintura que la pintura fija, que el pincel retiene a trazos en su huída, como una fotografía sin artificio. Como fotografías superpuestas y abrazadas,  en transparencia sobre un cierto espejo fundamental.

Si pudiera elegir un arte… pero la pintura me eligió a mí, desde el principio. Así que desde este balcón busco su forma, su imagen, su evocación, como un alimento necesario.

Los oídos se han vuelto ojos, y gusto de empujar hacia ella a quien pueda.

S.S.G.


Santiago Sobrino González, Madrid 1959
Ya conocido del Observatorio de Arte de Arnuero, Santiago Sobrino González nos ofreció en 2013 la exposición La Vida de la Pintura, en la que junto a los trabajos de fresco, de acuarela y de temple oleoso, impartió tres jornadas didácticas sobre pintura al fresco. También mostró la proyección de acuarelas Seis Jaikus, con música de Esteban Sanz Vélez (visible en Youtube). Gran parte de la exposición puede verse en el blog del Observatorio del Arte.
Otros trabajos recientes: dos proyectos colectivos de poesía, imagen y música “Espacios Sensibles” (Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, 2013) y “Proyecto Reflejos” (Territorio KIrguise y Biblioteca Central de Cantabria, 2105). Acuarelas de los paneles didácticos para el Karst de Peñas Blancas (Revilla de Camargo, Cantabria, 2013). Acuarelas para el Museo del Cuarto Real de Santo Domingo (Granada). Colaboraciones sobre técnicas de pintura en el coleccionable “Descubrir el Patrimonio Español” (revista “Descubrir el Arte”, 2015). Proyecciones de acuarelas para el concierto del Trío Baalbek (Colindres, 2015) y para el espectáculo de danza “Una Gala de Cine” (Palacio de Festivales de Cantabria. Santander, junio de 2016). En noviembre de 2016 participará, con el escultor Miguel Sobrino, en las Jornadas Territorio Kirguise, dedicadas a los géneros artísticos (Librería del Puerto, Santander).



Helena Sobrino Obeid, Madrid 1990
Nacida en el seno de una familia de artistas, Helena Sobrino Obeid comenzó sus estudios de piano a la temprana edad de tres años con su madre, la pianista y pedagoga Marie Vida Obeid.
Continuó su formación en el Conservatorio Profesional de Música “Ataúlfo Argenta” de Santander, con el ecléctico pianista Javier Laboreo, y posteriormente en el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León, donde se graduó con las más altas calificaciones en la especialidad de Música de Cámara.
En 2013 le fue otorgada una beca Erasmus para estudiar en la Maastricht Academy of Music, en los Países Bajos. Allí cursó asignaturas de Pedagogía del Piano y realizó prácticas como profesora en la UnitedWorldCollege de Maastricht. En 2015 consiguió su título de Bachelor in Classical Piano Performing.
Ha participado en festivales de música en Holanda, y continúa su formación de Piano en la Academia Marshall de Barcelona, y de Música Moderna con la MetropoleOrkestAcademy.
Actualmente prepara proyectos como solista y de cámara, además de formarse en Bailes Latinos con los campeones de Salsa Adrián y Anita.
Desde hace años se dedica a la Fotografía, pero es ahora cuando se decide a exponer sus trabajos en colaboración con su padre Santiago Sobrino, como parte de un nuevo proyecto de Arte visual y musical. Ya en 2013 realizaron una obra juntos: el relieve-reloj de sol en el Parque de Altamira de Santander, conmemorativo del centenario de Ataúlfo Argenta. En este reloj de cerámica, las horas son los doce compases de “Sun-swing”, una pieza compuesta por Helena.

INFORMACIÓN AMPLIADA DE LA OBRA EXPUESTA POR SANTIAGO Y HELENA SOBRINO.



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